
El frío embrutece.
Y lo deprime la soledad.
Deja el mar. No se despide de nadie.
Deja el mar. No se despide de nadie.
Una historia que empieza en el mar. Los protagonistas son muy diferentes entre sí, uno está apegado a lo etéreo, y el otro es tan terrenal que ni se ha dado cuenta.
3 comentarios:
Lei y relei la historia.Me cautivo en cada una de las miradas .Las fotos increiblemente amalgamadas con tus palabras.
Vero! Gracias! Gracias!
el frío embrutece....
cuando llega a la médula
sólo alcanza decir lo que ha quedado , tanto recuerdo tirado al mar, el frío embrutece, la palabra salva, una palabra tirada al mar es un recuerdo flotando hacía la orilla, una imagen de lo que fuímos
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